Ante representantes de cinco partidos políticos se presenta propuesta de Ley para conseguir la equiparación total y efectiva de los permisos por nacimiento, elemento clave para la paridad en la dedicación al cuidado por parte de hombres y mujeres.
Representantes de 5 grupos políticos (PSOE, PP, IU, UpyD y EQUO) se han mostrado totalmente de acuerdo con la propuesta de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento y Adopción
Madrid.- El pasado 5 de octubre la “Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción [PPiiNA]”:http://www.igualeseintransferibles.org presentó su ”proyecto de Reforma de Ley para equiparar los permisos de paternidad y maternidad como un instrumento eficaz para contribuir al cambio en el modelo de cuidados de hijas e hijos.
“Esta ley es urgente ahora mismo, precisamente en crisis, porque si el modelo ya era insostenible ahora lo es mucho más. No pararemos la caída de la tasa de fecundidad si no les damos a las mujeres la oportunidad de compatibilizar empleo de calidad con maternidad” afirmaba María Pazos, representante de la PPiiNA, al introducir el debate. “ … la familia de un solo sustentador estable es la mayor trampa de pobreza. En este momento de crisis es más importante proteger a la familia y a la infancia. Esta propuesta de ley ofrece la posibilidad de consolidar los derechos de la mujeres a incorporarse plenamente al empleo sin discriminación, y a los hombres de ejercer su derecho de cuidar a sus hijos e hijas”, dijo Pazos, quien se refirió al ejemplo de países como Islandia donde los padres tienen 3 meses de permiso tras el nacimiento de su bebé. Argumentó que mientras se siga dando el mensaje de que el cuidado es mayoritariamente de las mujeres , no se podrá apelar al cambio hacia una sociedad igualitaria.
Los y las representantes de PSOE, PP, IU, UPyD y EQUO asumieron unánimemente el proyecto de reforma, y expresaron su intención de llevarlo a la discusión de sus respectivos programas electorales. La representante delPSOE, Yolanda Besteiro, destacó la importancia de esta medida para la corresponsabilidad y la eliminación de la división sexual del trabajo. Carmen Quintanilla, del PP, manifestó su acuerdo con los argumentos de la PPiiNA para legislar mejor sobre los permisos y mostró su voluntad política y compromiso personal para defender su inclusión en el programa electoral de su partido. Gaspar Llamazares anunció que IU ha incluido explícitamente la propuesta de la PPiiNA en su programa electoral, y manifestó la importancia de conseguir un amplio respaldo para aprobarla en el Parlamento. Gabriel López de UPyD expresó su compromiso para llevar esta propuesta al debate en su partido. Finalmente, Inés Sabanés se mostró optimista respecto a la inclusión de esta reivindicación electoral en el programa de EQUO.
Diversas personas del público interpelaron a los partidos presentes para que hiciesen expreso su compromiso político. Algunas incluso urgieron a llevar y apoyar esta iniciativa legislativa como una de las primeras tareas una vez que se constituya la nueva legislatura. Posteriormente, María Pazos subrayó que ya no se trata de aumentar el permiso de paternidad, sino de establecer por ley el objetivo de la equiparación total con un calendario para llegar a ella.
Al finalizar el debate, Carmen Castro, de la PPiiNA , dejó patente que esta proposición de ley tiene que ver “con la pedagogía social para la coparentalidad responsable; con el modelo inclusivo de diferentes modelos familiares; con un enfoque y compromiso basado en la corresponsabilidad; y sobre todo con la superación de una discriminación que existe actualmente en nuestro marco jurídico. Este es un ejemplo muy evidente de que la ‘igualdad legal’ todavía no existe.”>
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Ileana · nov 16, 11:39 · #
Yo creo que es vital un mínimo de 24 semanas para que madre y bebé puedan estar juntos, y respetar el derecho de ambos a la lactancia materna exclusiva, principio de SALUD para los bebés y las mujeres.
Si la totalidad del permiso tuviera que ser obligatoria, irrenunciable y pagada al 100%, y además ambos permisos llegaran como mínimo a los 6 meses… ¡estaría plenamente de acuerdo con esta propuesta! pues sería algo bastante mejor de lo que hay hoy.
La solución de crear permisos iguales, obligatorios e intransferibles para madres y padres, SI ESTOS SON TANBREVES COMO LOS QUE AHORA HAY, me parece que puede entrañar ciertos peligros, que paso a explicar a continuación:
-Seguir subordinando la organización de la vida familiar a la vida productiva. El origen de esta idea parte del objetivo de que así, las mujeres no seríamos discriminadas del mundo laboral. Mantiene la forma de pensar la “conciliación” desde el centro productivo, y no desde el centro familiar. Esta solución no apunta hacia un cambio en la mentalidad de los discriminadores, ni en la organización productiva, sino que hace que las familias tengan que ajustarse homogénea y obligatoriamente a lo más conveniente, fácil y rápido para el sistema productivo.
-No contemplar la especificidad de la LACTANCIA MATERNA: Aunque madres y padres tengamos exactamente los mismos derechos en torno a la crianza, hay una singular e importante diferencia entre ambos en el período del que se trata: la lactancia materna. Cualquier legislación sobre permisos de maternidad/paternidad en esta etapa debería tener en cuenta que la lactancia es parte del ciclo reproductivo de la mujer y es nuestro derecho tener un permiso que nos permita ejercer esta función e incluso que la apoye y la incentive. (A menos que los permisos sean tan amplios, que aunque sean iguales para ambos, ya vayamos sobradas para amamantar, como es el caso de Noruega, Suecia, etc).
-Ser ADULTOCÉNTRICO: O sea, priorizar la problemática de los adultos sobre las necesidades y derechos de los bebés y niños pequeños. Cualquier distribución de los permisos de maternidad y paternidad debería tener en cuenta la posibilidad (que no obligación) de que el bebé pueda estar los primeros 6 meses recibiendo exclusivamente leche materna si así lo desea su madre. Para eso, ambos permisos tendrían que ser entonces por lo menos de 6 meses. Y posibilitar que los bebés permanezcan el PRIMER AÑO DE VIDA cuidados amorosamente por sus progenitores.
-Al revés de lo que se proponen, las soluciones “igualitaristas” pueden borrar las diferencias, en lugar de respetarlas. Me dan mucho miedo las soluciones OBLIGATORIAS. Quienes defendemos la lactancia materna exigimos EL DERECHO de las madres y padres a permanecer con los hijos si así lo deseamos, pero no la obligación. Es curioso, porque se nos acusa de “talibanas” cuando solo queremos que se establezca un ridículo permiso de 6 meses de baja maternal que permita a las madres QUE ASÍ LO DESEEN permanecer junto a sus hijos. ¿Si nosotras somos “talibanas” por exigir un derecho, qué tendrían que ser entonces estas personas que hablan de OBLIGATORIEDAD? El “igualitarismo”, lejos de aumentar la tolerancia a las diferencias y con ella la riqueza humana, las borra del mapa, “bota el sofá”.
-Negar la diversidad familiar, la diversidad de intereses, y la diversidad de soluciones que puedan encontrarse en cada familia. Las soluciones “igualitaristas” invitan a todas las familias a solucionar el problema del mismo modo. Sin tener en cuenta que cada familia tiene y debe tener sus propias prioridades. Puede ser que una familia prefiera o le convenga más que sea el padre el que se quede con los niños determinado tiempo, o que sea la madre, según sus propios intereses, salarios, tipo de empleos, etc… Todo esto quedaría imposibilitado por una ley de este tipo.
-Convertir la permanencia con los niños en una “obligación” y no en un privilegio. Estoy absolutamente de acuerdo en que las labores de cuidado tienen que dejar de ser algo exclusivo de las mujeres. Pero al final, este discurso siempre me deja la impresión de que hay que obligar a los “padres” por ley a que permanezcan con sus hijos, porque en realidad es algo que no queremos hacer.
Que nos estamos “fajando” por ver quién es quien se queda con los niños, porque es una tarea no deseada, que nos impide el desarrollo profesional (“ya que nos lo va a impedir, que nos lo impida a todos por igual”) , y que nos supone una molestia, como lavar los platos o barrer la casa, y por tanto, hay que repartirlo a partes iguales. Es un poco extraña la necesidad de obligar por ley aquello que se supone debe ser un placer.
-Mantener el VALOR en el sistema productivo y no en el cuidado de los niños: Una medida de este tipo mantiene el sistema de valores actual, en el cual lo más valioso es el SISTEMA PRODUCTIVO, y las tareas de cuidado de los niños permanecen atrapadas en el MUNDO INVISIBLE Y NO VALORADO, confundido con las tareas domésticas. Es necesario “poner la vida en el centro”, cambiar el paradigma, y revalorizar el placer y la dignidad de los trabajos de cuidado, de prodigar afecto y atención a los niños, enfermos, ancianos… de manera tal que nos “peleemos” por realizarlos, y no por no realizarlos. Creo que sólo así los hombres, históricamente auto-desplazados de estas tareas, desearán por sí mismos realizarlas, en lugar de tener que obligarles por ley.
Como conclusión (por el momento, porque estos temas están lejos de concluir), creo que tenemos que exigir bajas maternales y paternales remuneradas más largas como derecho, no como obligación (un mínimo de 6 meses para la madre para incluir el derecho del bebé a ser amamantado durante este período, en aquellas familias que así lo sientan y lo deseen); dirigirnos hacia un modelo al estilo noruego, que ha sido considerado tanto el país más adecuado para ser madre según estudio de la ONG Save the children (tienen hasta 56 semanas de baja maternal) como el país con mayor índice de desarrollo humano según la ONU, (que coincidan ambas cosas no ha de ser casual); y sobre todo, trabajar las conciencias para darnos cuenta de que necesitamos permanecer más tiempo con nuestros hijos por nuestro deseo y por el bien de ellos y de todos, y no porque nos obligue una ley.
No sé si imponer un modelo estandarizado y obligatorio sea la solución para encontrar el modo sincero y amoroso de permanecer junto a nuestros hijos. Estamos hablando de emociones, de placeres, de deseos, de disponibilidad afectiva… y no sé si eso puede “obligarse” por ley. El cuidado debe ser un privilegio, y no una “carga” a repartir.
Por ese camino, me temo que, si nos gobernara el Rey Salomón, serían muchos los niños troceados a la mitad.