Aquí estoy, sentadito, como si estuviera en la cama, viendo a la SuperNany mientras estoy presupuestando.
Anoche me dijo Adela, mi esposa, que ¡está embarazada! Así que, todavía viendo luces de colores a mi alrededor y con esa sensación de andar sobre las aguas, que ya no sientes los pies y la cabeza la llevas cada vez más alta, me he pasado por el super antes de llegar a la oficina, y me he llevado unos DVDs de la SuperNany, casi sin mirarlos, aunque ahora estoy descubriendo que me falta un poco, que aún tendrán que pasar muchos meses para que me sirvan de algo.
Paso página y reviso documentos. ¡Qué subidón! ¿Cuándo le tocará nacer? No lo sé. ¡Uf! ¿Llamo a Adela? No, ahora no puedo, que está currando, después, a la hora de comer; pero seguro seguro, que caerá para la primavera que viene, ¡cómo yo!
Más números…. _¡Estupendo! para entonces ya me podré coger el permiso de un mes, pero qué genial. Voy a escribir un correo a Adela, no puedo resistirlo:
“cuando nazca estaré un mes contigo y con el niño (porque será niño, estoy seguro)”._
¡Vaya! No había visto este correo urgente: “documentos firmados para reunión 12 pm”. ¡Uf! llego tarde, ¡ala! ya están todos firmados.
Con su carpeta de presupuestos bajo el brazo llega P_ a la reunión, sonriente anuncia la buena nueva a sus compañeros.
Felicitaciones, abrazos, palmaditas: ¿qué quieres que sea?_… _Chicos… estoy alucinando con el mes que me toca de permiso, que ya me he comprado dos videos de la SuperNany, aunque me he equivocado de edad, pero ya los cambiaré.
Pregunta F_: ¿Has firmado ya los presupuestos?
P_: Sí, toma, aquí están.
F_: Pues entonces, macho, ya te puedes ir olvidando del mesecito, que acabas de firmar la vuelta a los 2 días de permiso. Vamos, que vas a tener el tiempo justo de llevarle a tu esposa unas flores al hospital.
Querido Papá: ¿Firmarías tú este recorte en tus derechos?