El Consejo de Ministros de Empleo y Política Social de la Unión Europea dio ayer luz verde a una nueva directiva sobre permisos parentales acordada por sindicatos y patronal en Junio.
El elemento clave del acuerdo: alargamiento de lo que llaman ‘permiso parental’ a cuatro meses por progenitor, y de ellos uno debe ser intransferible.
El permiso parental es un periodo que se le concede a cada progenitor para cuidar a su bebé (en este caso serán cuatro meses). Es aparentemente individual e igualitario. Pero solo aparentemente. ¿Por qué? Por lo siguiente:
– Será en su mayor parte transferible (en este caso tres de los cuatro meses): los datos demuestran que los hombres suelen transferir a la madre todas las partes de sus permisos que pueden ser transferidos.
– Se deja al libre albedrío de cada Estado Miembro el pequeño detalle de si será pagado y en qué medida: los datos demuestran que los hombres no se toman los permisos que no son pagados a tasas cercanas al 100% del salario.
– No se menciona el permiso de maternidad, a pesar de que hay otra propuesta de directiva para ampliarlo a un mínimo de 18 semanas; ni tampoco se menciona el permiso de paternidad, que no está contemplado hasta ahora en ninguna directiva ni propuesta.
Si las dos directivas se aprueban:
-La madre se tomará 18 semanas de maternidad más 7 meses de permiso parental si se paga en alguna medida.
-El padre se tomará 1 mes de permiso parental si se paga casi al 100%; más los días de permiso de paternidad intransferible pagado que haya en su país.
O sea: un mes y pico frente a once meses y pico. ¿Es eso corresponsabilidad?
La propuesta de Directiva dispone que los trabajadores/as ‘serán protegidos/as’. Además, tendrán derecho al permiso parental también las personas con empleo temporal. Por último, los trabajadores/as tendrán derecho a pasar a tiempo parcial después del permiso. Los datos demuestran que son sistemáticamente las mujeres, y no los hombres, quienes solicitan el paso a tiempo parcial.
Pregunta clave: ¿cómo conseguir que los empresarios contraten a una mujer para un puesto de responsabilidad sabiendo que se arriesga (con alta probabilidad), si decide tener un hijo/a, a que falte más de once meses, y a que luego decida pasar a tiempo parcial por un tiempo no determinado, y todo ello con prohibición del despido durante un periodo que puede llegar a ser de más de dos años? No tendrían más remedio que contratarlas si no fuera porque tienen otra alternativa para evitar todos esos riesgos: contratar a un hombre.
Los hombres no ‘aprovechan’ las facilidades y ventajas que no les garanticen sus ingresos o que les impidan la promoción profesional (tiempo parcial, permisos no pagados al 100%), y tampoco se toman los permisos que puedan transferir a las madres.
Las madres se acogen porque no tienen otra alternativa. Todas las mujeres, y no solamente las madres, pagan muy caras todas esas ‘ventajas’.
La Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción recuerda:* La desigualdad entre los permisos de hombres y mujeres es una de las mayores amenazas para el empleo femenino, especialmente en tiempos de crisis*. Las proclamas por la corresponsabilidad y por la igualdad salarial son pura palabrería si no se ponen las medidas adecuadas.
Por todo ello, la PPIINA propone una reforma de los permisos que, en primer lugar, establezca que cada progenitor/a debe tener su permiso pagado intransferible, de igual duración y con la misma parte obligatoria; y en segundo lugar fije una ‘hoja de ruta’ para llegar a dicha equiparación.
La PPIINA reivindica la equiparación de los permisos de nacimiento y adopción entre hombres y mujeres, para poner así fin a uno de los factores en los que se asienta la discriminación laboral y la desigual distribución de las tareas de cuidado. Y con este motivo recoge firmas para hacer llegar esta petición al Parlamento Europeo