Señores y señoras del Gobierno,
Uds. han engañado a las mujeres y a la sociedad.
La reforma de los permisos que Uds. han hecho debería haber servido para que los padres se corresponsabilizaran en el cuidado de sus hijos/as, es decir que les dedicaran el mismo tiempo y con el mismo nivel de responsabilidad que las madres. Por eso, el RDL 6/2019 concede a los hombres un permiso por nacimiento de 16 semanas, como el que ya tenían las madres. Pero han subvertido este objetivo con el que aparentemente Uds. estaban de acuerdo.
Esta reforma la han hecho porque las feministas estábamos en las calles y porque la sociedad la reclamaba mayoritariamente. La mejor prueba de ello es que ningún partido votó en contra en el Congreso de los Diputados/as. Y es que un permiso de maternidad más largo que el de paternidad era un escándalo manifiesto; un sistema obsoleto que impedía a las personas establecer una familia igualitaria, que obligaba a los padres a estar ausentes, a las madres a cargar con el grueso del cuidado y a las criaturas a aprender desde el nacimiento que los hombres son los que ganan el dinero y mandan, mientras que las mujeres son las que cuidan, dependen económicamente del marido y obedecen.
Pero Uds. han cambiado la fachada para que nada cambie. Porque, como venimos denunciando desde la PPIINA, han metido trampas escondidas en la letra pequeña y farragosa la ley; y así han conseguido que muchas personas crean que ya tenemos permisos igualitarios. Pero Uds. saben bien que no es así.
Uds. saben bien que, como resultado de esas trampas, más del 75% de los padres se toman todo el permiso simultáneamente con la madre (datos de la Seguridad Social que necesariamente tienen que conocer). Uds. han conseguido que, para la inmensa mayoría de los bebés, el permiso siga durando solo 16 semanas; que la inmensa mayoría de las madres sigan viéndose obligadas a prolongar esas 16 semanas con excedencias o reducciones de jornada; y que la inmensa mayoría de los padres sigan siendo simple ayudantes en el cuidado.
En resumen, Uds. han pervertido el objetivo declarado de la reforma porque:
– No se ha conseguido que los/as bebés puedan estar cuidados/as en casa 30 semanas ininterrumpidas y cubiertas por la prestación.
– No se permite a los padres adoptar el rol cuidador de los bebés quedándose a su cargo en solitario.
– Las madres siguen llevando el peso fundamental de los cuidados.
– Se han reforzado los roles de género con las consabidas consecuencias para las mujeres.
– Se mantiene a las mujeres con empleos precarios y fácilmente reemplazables por ser las que van a faltar de sus puestos de trabajo más que los hombres.
Uds. pretenden dar carpetazo al asunto. Ahora dirán que están por la corresponsabilidad, y que si los hombres no cuidan es culpa de ellos o de las mujeres, cuando la realidad es que se han aliado con la parte más reaccionaria del empresariado, otorgándoles el poder de impedir que los padres se tomen el permiso a tiempo completo cuando lo necesitan y forzando a la simultaneidad. Muchos hombres se están viendo obligados a trabajar estando de permiso, y Uds. se aprovechan de que ellos no protestan por ello.
Uds., señores y señoras del Gobierno, han traicionado al feminismo. Por eso ningún alto cargo de los cuatro ministerios implicados se dignó a recibirnos ni a contestar a las 87 organizaciones feministas que, en un intento desesperado, les suplicamos en un manifiesto que arreglaran las trampas antes del pasado 1 de enero, para que la reforma de los permisos no fuera el fiasco que está siendo.
Uds. se blindarán detrás del plasma, pero cada vez que digan que quieren la igualdad entre hombres y mujeres, ahí estaremos las feministas para denunciar que no es verdad, que es pura propaganda. Las feministas sabemos que, si los hombres siguen sin asumir su parte de los cuidados, ellos seguirán dominando y nosotras seguiremos siendo dominadas.
En el último mes hemos visto una escalada de asesinatos de mujeres por hombres. ¿Todavía alguien piensa que la violencia machista no tiene nada que ver con la familia patriarcal? Uds. saben muy bien que sí.
Todavía pueden Uds. escuchar el clamor feminista antes de irse de vacaciones. Quiten las trampas, cambien la ley y hagan que el próximo curso sea un nuevo comienzo para la corresponsabilidad.