Nuestro país vive un momento esperanzador: ante las impresionantes movilizaciones feministas, el nuevo gobierno tiene la oportunidad de mostrar su voluntad de cambio. La reforma de los permisos igualitarios no solo emitiría un mensaje claro a toda la población sino que promovería un cambio real clave para el reparto equitativo de los cuidados y del empleo entre hombres y mujeres.
A lo largo de 13 años de trabajo, en la PPIINA hemos llegado a la reforma que proponemos: un permiso de igual duración para cada persona progenitora (16 semanas), completamente intransferible, íntegramente pagado al 100% durante todo el periodo y sin trampas que impidan su uso igualitario. Este permiso está dividido en dos partes: las 2 primeras semanas en las que la madre tiene que recuperarse del parto y ser cuidada (permiso parental inicial) y otras 14 semanas a tomar durante el primer año (permiso parental para la crianza).
Con la reforma PPIINA, cada persona tendrá idéntico derecho individual sin discriminación de ningún tipo. En el caso de que haya dos personas progenitoras, estas podrán organizarse a su conveniencia para cubrir el máximo tiempo de cuidado del bebé en casa (hasta 30 semanas, prolongadas por dos meses con sendas vacaciones anuales).
Así cada persona tendrá la oportunidad de quedarse al cargo de su bebé durante el mismo periodo, y así las mujeres no tendrán que quedarse sin su salario completo ni un solo día. Y, si las mujeres no se ausentan de sus puestos de trabajo más tiempo que los hombres, se eliminará ese importante factor de discriminación laboral.
Esperanza y preocupación
El sistema actual de permisos es tan evidentemente discriminatorio que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el recurso de amparo presentado por la PPIINA y un grupo de padres (ya ha admitido los recursos de dos de los 9 padres recurrentes). Por otro lado, después de que el Gobierno anterior vetara por dos veces la Proposición de Ley presentada por UP-ECP-EM según el diseño de la PPIINA, este grupo ha vuelto a presentarla y está a la espera de la opinión del Gobierno, que ahora podría abrir la puerta a su tramitación.
La PPIINA ve esta oportunidad con esperanza pero también con preocupación. Por las propuestas que hay sobre la mesa, y por la experiencia de otros países, valoramos que existe el peligro real de que, si no estamos pendientes para impedirlo, se apruebe en nuestro país una reforma con trampas que mantengan o acentúen la desigualdad bajo la apariencia de igualdad.
Entre estas propuestas está la Proposición de Ley del PSOE, según la que las primeras seis semanas serían obligatorias para ambos progenitores, y por tanto simultáneas. Esto les impediría turnarse para alargar el tiempo durante el cual el bebé podría ser cuidado en casa, y consolidaría el papel de los padres como “ayudantes” al no permitírseles quedarse a solas cuidando de la criatura. Además, de aprobarse como está redactada la PL, también se abriría la puerta a alargar el permiso al doble reduciendo la paga a la mitad, opción que, por lo que sabemos de la experiencia internacional, solo se tomarían mayoritariamente las mujeres, y no los hombres. Así, ellas se ausentarían más tiempo y ellos probablemente no se desligarían de su empleo más allá de unos días (el resto podrían tomárselo a tiempo parcial como ya está pasando con el actual permiso de paternidad de 4 semanas, que coincide con el permiso de la madre).
La reforma de C’s, por su parte, presenta la trampa de introducir 10 semanas «de libre distribución dentro de la pareja» que, también por la experiencia, sabemos que se tomarían mayoritariamente las madres.
A estas trampas que hoy ya constituyen peligros reales se pueden añadir otras aparentemente nuevas, que en realidad no son tan nuevas. Al igual que son previsibles los efectos que tendría la propuesta de la PPIINA, los nuevos mecanismos “imaginativos” tienen precedentes en las reformas que se han ido haciendo en otros países y en las propuestas de la CE. A ello contribuye una legislación cada vez más engorrosa, con reglas complicadas, casuística difícil de entender, excepciones, incentivos para un uso igualitario (como en la ya citada propuesta del PSOE) cuando en realidad ese uso se impide mediante otras cláusulas, etc.
El asunto de los permisos es muy revelador de la encrucijada histórica en la que nos encontramos. En la mayoría de los países hasta ahora se han hecho reformas que, bajo apariencia igualitaria, hacen que la mayoría de las mujeres se queden en casa cuidando a tiempo completo durante más de 10 meses, mientras que los hombres se queden unas semanas a lo sumo, y no en solitario. Así se consolida la figura del padre “ayudante” y de la madre cuidadora principal. Y así las mujeres son las que se desligan de sus empleos y terminan dependientes económicamente o en situación de pobreza.
Por todo ello, la PPIINA advierte: denunciaremos cualquier trampa que intente colarse en la letra pequeña de la inminente reforma de los permisos. No necesitamos complicaciones imaginativas ni incentivos especiales, sino una regulación que realmente permita el uso igualitario, teniendo en cuenta y evitando las presiones que sufrirán las mujeres y los hombres para cumplir con los respectivos mandatos de género.
Pedimos a todos los partidos políticos que se desmarquen de una vez por todas de este sistema obsoleto y que opten por una sociedad en la que todas las personas seamos corresponsables en los cuidados e iguales en el empleo. Les pedimos una vez más, pero esta vez con urgencia, que nos expliquen si están de acuerdo con la reforma que proponemos o, en caso contrario, por qué no lo están y cuáles son los efectos esperados de las modificaciones que ellos proponen.
Pedimos a todas las mujeres y hombres que estén por la igualdad que mantengamos la atención a pesar de lo difícil de entender que pueda llegar a ser la regulación de los permisos que se avecina, y que no paremos hasta conseguir la igualdad sin trampas.
¡Seguiremos informando!