La reforma del sistema de pensiones que se prepara aumentará la edad legal de jubilación y el número mínimo de años necesarios para acceder a una pensión (ahora 15).
También aumentará el número de años para llegar a tener pensión completa (ahora la pensión va desde el 50% de la Base Reguladora por 15 años cotizados al 100% si se tienen 35 o más). En definitiva, se penalizarán aún más las ausencias del empleo regular.
Pero, a la vez, las mujeres siguen viéndose obligadas a retirarse de sus puestos de trabajo o no se les contrata por miedo a que se ausenten.
¿Por qué?
- Porque las tareas de cuidado siguen descansando casi exclusivamente en las mujeres: cuando nace una criatura, ellas tienen 16 semanas de permiso de maternidad. Ellos, en cambio, tienen dos semanas. Después de este desigual comienzo, ellas enlazan con las horas de lactancia, las excedencias, los tiempos parciales, los despidos, las retiradas ‘voluntarias’, etc.
- Porque, además de no tener con quién compartir el cuidado, hay pocos servicios de educación infantil de calidad asequibles; y los horarios a tiempo completo son incompatibles con la vida personal. Así que en general las mujeres llegan a la jubilación con muchos más huecos de cotización que los hombres; sus pensiones son menores y muchas se quedan sin pensión contributiva, o sea en situación de pobreza.
En cambio, es posible que los hombres se ausenten en la misma medida que las mujeres, y que todas las personas puedan disfrutar de su vida personal y familiar en la misma medida, incluidos los hombres. Esta sociedad sin división sexual del trabajo es por la que trabaja la PPIINA
Para el cambio estructural hacia esa sociedad, es condición sine-qua-non que los permisos por nacimiento y adopción sean IGUALES, INTRANSFERIBLES y PAGADOS AL 100%.
Por ello, la PPIINA ha firmado el Manifiesto feminista ante la reforma de las pensiones