Cuando hasta el presidente Rajoy acaba de reconocer que la desigualdad de los permisos entre hombres y mujeres no es “de sentido común”, PSOE y Ciudadanos siguen decididos a implantar una reforma que no está inspirada en el objetivo de solucionar esa desigualdad sino en el de consolidarla.
La reforma que proponen estos dos partidos consiste en reconocer 8 semanas a cada persona progenitora y dejar otras 10 semanas “de libre distribución dentro de la pareja”. Estas 10 semanas serían abrumadoramente disfrutadas por las madres, como ahora lo son las 10 últimas semanas de las 16 de maternidad, que pueden ser cedidas a los padres pero de las que solo un 1,4% de ellos se toma algún tiempo.
Así, si ahora las madres tienen 16 semanas y los padres 2, con esa reforma la inmensa mayoría de las madres se tomarían 18 semanas (8 intransferibles + 10 transferibles); y la mayoría de los padres se tomaría sus 8 semanas intransferibles. Disfrazada de “libre elección”, esta es una trampa cuyo resultado se sabe de antemano: que los padres sigan tomándose un permiso mucho menor que las madres. ¿Cómo es posible que solo se acuerden de la “libertad de elección” para impedir que los hombres puedan ocuparse de sus criaturas igual que las mujeres?
No aceptamos esta reforma, igual que tampoco aceptamos una reforma que aumente el permiso de paternidad algunas semanas más sin establecer un calendario hasta la igualdad total. No queremos un poquito menos de desigualdad; queremos simplemente que todas las personas podamos realizarnos plenamente en todos los ámbitos, en condiciones de igualdad. ¿Cuál es el impedimento para conceder un derecho de la Seguridad Social y del Estatuto de los Trabajadores a cada persona en las mismas condiciones que los demás derechos sociales?
Ya es hora de romper con este sistema injusto. Basta ya de empujar a las mujeres a la precariedad, a las dobles jornadas, a tener que elegir entre maternidad y empleo, a perder su independencia económica. Basta ya de presionar a los hombres para que “cedan” su parte del cuidado a las mujeres y tengan disposición total para la empresa. Basta de hipocresía de los gobiernos y de los partidos, que nos dicen que somos iguales pero por detrás hacen lo contrario. Basta de todas estas trampas que tanto sufrimiento provocan. ¡Es hora de cambiar!
Desde la PPIINA hemos demostrado que es muy fácil alcanzar un derecho y uso igualitario: una reforma que establezca un calendario de ampliación del permiso de paternidad desde las actuales 2 semanas hasta alcanzar las 16 semanas intransferibles y pagadas al 100%, haciendo las 16 semanas de maternidad también intransferibles y, tal como ahora, pagadas al 100%.
Esta es la única reforma que, por primera vez, reconocería a cada persona (independientemente de su sexo y otras circunstancias) los mismos derechos y obligaciones laborales y familiares. Un principio elemental que la sociedad actual reconoce que es “de sentido común” y de justicia. ¿Cómo es posible que se esté intentando impedirla en negociaciones a puerta cerrada?
No pueden decir que es un problema de coste, porque da la casualidad de que el coste de la reforma PSOE-C’s es el mismo que el que tendría la reforma que propone la PPIINA en esta legislatura (se llegaría a las 10 semanas de paternidad en los 3 primeros años de implantación, quedando el resto del calendario de ampliación para la próxima legislatura). Una semana de permiso de maternidad vale lo mismo que una semana de paternidad, y por tanto lo mismo que una semana transferible (100 millones de euros al año). Así que 10 + 16 valen lo mismo que 8+8+10.
¡Que nos expliquen por qué no quieren establecer el objetivo de igualdad total! Si creen que no es alcanzable en 6 años, como propone la PPIINA, que digan cuánto tiempo les parece razonable para llegar a la igualdad (y sí, comprometiendo a futuras legislaturas, como se hace en todas las reformas de pensiones, por ejemplo). El calendario puede ser negociable, pero el principio de igualdad no lo es.
La Proposición de Ley de la PPIINA está totalmente redactada y lista para votarse. Todos los partidos han mostrado su acuerdo antes de llegar a este extraño pacto. ¿Hay alguna propuesta de más consenso? ¡Adopten el principio del sentido común y no traicionen las aspiraciones de la ciudadanía!