La PPIINA denuncia que la ampliación sin condiciones del permiso de paternidad no es en sí misma una medida a favor de la igualdad
7 MARZO, 2018
La huelga feminista del 8 de marzo está consiguiendo como primer logro que se hable como nunca no solo de las desigualdades que sufren las mujeres sino también, aunque desafortunadamente en bastante menor proporción, de las medidas reales y efectivas que pueden y deben tomarse para acabar con esta situación.
Frente a las muchas propuestas retóricas y frente a los planes de igualdad de distintos gobiernos, elaborados solo para cubrir el expediente -como el último anunciado por la Comunidad de Madrid- que mayormente incluyen “acciones” del tipo “fomentar”, “impulsar” o “promover”, hay una medida concreta que se puede tomar de inmediato y que ataca directamente la división sexual del trabajo, la discriminación por maternidad y la brecha de género: la instauración por ley de permisos de maternidad y paternidad iguales, intransferibles, pagados al 100% y que puedan ser disfrutados no simultáneamente.
Por tanto ¡basta ya de palabrería! ¡estamos asqueadas de tanta propaganda! Este es un test básico: ¿está usted por la igualdad realmente o solo de boquilla? ¿está usted de verdad por la igualdad o es usted simplemente un/a agente comercial que vende humo, tropa mercenaria de la manipulación informativa? Si realmente está usted por la igualdad, presente en el Congreso y apruebe la ley de permisos igualitarios que propugna la PPIINA. Y no utilice el tema del permiso de paternidad para contribuir aún más a una intoxicación informativa que ya produce náuseas, anunciando a bombo y platillo un día sí y otro también la ampliación indiscriminada en un poquito más de dicho permiso de paternidad.
Porque la simple ampliación, sin condiciones adicionales, del permiso de paternidad no es una medida a favor de la igualdad sino que, por el contrario, puede propiciar una mayor desigualdad. Numerosa y relevante investigación académica recogida por la PPIINA ha demostrado que solo si se establece por ley un diseño y unos requisitos específicos para el disfrute de los permisos, serán estos realmente igualitarios y sus consecuencias en la práctica serán acercarnos a la igualdad y no al contrario.
Solo si se establece por ley: el objetivo de llegar a la equiparación; la individualización e intransferibilidad del permiso (no existencia de periodos “a repartir” o “de libre distribución dentro de la pareja”); la retribución al 100%; y la posibilidad de disfrute sucesivo y razonablemente fraccionable a lo largo del primer año de vida de la criatura, es decir, no obligando a la simultaneidad desde el parto (que madre y padre tengan que quedarse en casa forzosamente a la vez, como ocurre ahora con las 4 semanas de paternidad y como nos tememos que va a pasar con las 5 semanas anunciadas), solo entonces podrá hablarse de una medida realmente a favor de la igualdad y de la corresponsabilidad.
Así pues, basta ya de ponerse la medalla de haber ampliado el permiso de paternidad a 4 semanas: era una medida ya aprobada por Ley en 2009 por el gobierno socialista de Zapatero, pero retrasada en su implantación primero por ese mismo gobierno y después por los siguientes gobiernos del PP. Parece que Ciudadanos desbloqueó la puesta en marcha en 2017 por el pacto de investidura, pero no fue el promotor, ni la ampliación se ha hecho con objetivo igualitario ni de flexibilidad para las familias (se obliga a la simultaneidad del disfrute y que los padres no puedan turnarse, como ya denunció la PPIINA en este comunicado). Solo si conseguimos que se cambien las condiciones de disfrute de esta ampliación del permiso de paternidad a 4 semanas (y de las adicionales que se puedan ir añadiendo) y que esta ampliación sea el punto de partida para el calendario de implantación de la ley de permisos igualitarios, solo entonces podremos decir que ha sido una medida a favor de la igualdad. Mientras tanto, ¡dejen de ponerse medallas y de hacer propaganda, por favor!