La PPIINA se congratula de que la PL que propone su reforma de permisos igualitarios, presentada por UP-ECP-EM., haya sido ”tomada en consideración” por unanimidad en el Pleno del Congreso de los Diputados.
La propuesta de la PPIINA es simple (ver diseño en este video de 2 mn.): un permiso de la misma duración para cada persona progenitora, independientemente de su sexo, tipo de familia o cualquier otra circunstancia, completamente intransferible y pagado al 100% del salario durante todo el tiempo. Este permiso estará dividido en dos partes:
– Permiso parental inicial: dos semanas a partir del nacimiento (obligatorias y a tiempo completo).
– Permiso parental para la crianza: 14 semanas a disfrutar cuando la persona trabajadora lo elija durante el primer año de vida de la criatura (de ellas, 4 serán obligatorias y a tiempo completo; las otras 10 serán voluntarias y podrán tomarse a tiempo parcial con la condición de que la persona trabajadora/progenitora esté en su puesto de trabajo el resto de la jornada que no corresponda al permiso).
Con el diseño de la PPIINA, cada persona tendrá su permiso igual, intransferible y pagado al 100%. En el caso de familias biparentales, las dos personas progenitoras coincidirán durante el permiso parental inicial (2 semanas). El resto del permiso podrán turnarse si lo desean, de tal manera que cada una podrá quedarse al cargo del bebé en solitario durante 14 semanas.
Así, en el caso de familias biparentales, el bebé podrá estar cuidado en casa hasta 30 semanas (sin contar vacaciones) y cada una de las personas progenitoras podrá convertirse en cuidadora en igualdad (al contrario de lo que pasa cuando está la madre y el padre simultáneamente en casa: él suele ser el «ayudante»). Así, también, todas las personas (hombres y mujeres) faltarán de sus puestos de trabajo durante el mismo tiempo (16 semanas); eliminando las actuales mayores ausencias de las madres que penalizan a todas las mujeres en el empleo.
Ante la tramitación de la proposición de ley que se inicia ahora en el Congreso, sabemos que en el proceso se van a proponer modificaciones que pueden conducir a que los permisos ni sean iguales, ni sean intransferibles ni sean pagados al 100%. El resultado sería, en lugar de un avance, un retroceso en igualdad: 1) los hombres no faltarían a sus empleos (más allá de, si acaso, un par de semanas) y no se quedarían ni un solo día al cargo de su bebé en solitario; y 2) las mujeres cuidarían a tiempo completo, y se ausentarían de sus empleos, hasta 10 meses o más. En definitiva, la consolidación del modelo del hombre ayudante en los cuidados y disponible casi ininterrumpidamente para la empresa, así como la mujer cuidadora principal y alejada del empleo de calidad (ver más explicación en esta comparativa de las tres PLs actualmente registradas).
Los mecanismos por los que se podría dar este retroceso (bajo la apariencia de igualdad) son numerosos y complicados, pero no son nuevos: todos se han introducido ya en otros países europeos, con el resultado que advertimos. En España las consecuencias serían aún más desastrosas para todas las mujeres debido a la ya insoportable situación de desigualdad y precariedad que sufrimos.
Por todo ello, pedimos a los partidos que expliquen claramente sus posibles enmiendas teniendo en cuenta sus consecuencias para un uso igualitario de los permisos, y sobre todo pedimos a la ciudadanía que esté atenta a las condiciones que debe cumplir el permiso/prestación para ser igualitario:
– IGUAL: permiso único, sin distinción entre el permiso de la madre biológica y el de la otra persona progenitora (única excepción: que el permiso de la madre biológica pueda empezar unas semanas antes del parto, como sucede ahora). Padre y madre pueden realizar diferentes tareas, pero su dedicación (y su ausencia del empleo) tiene que ser idéntica, de ahí un único permiso para cada persona. La distinción en la Ley del permiso de la madre y del padre (como propone el PSOE) abre la puerta a modificar posteriormente uno de ellos y no el otro. Otras trampas para que el permiso de la madre sea mucho mayor que el del padre es la posibilidad de alargarlo a costa de reducir la remuneración (lo que harán las mujeres y no los hombres). Otra forma aún de que no sean iguales es la de obligar a que sean simultáneos, en todo o en una parte importante, en cuyo caso las mujeres serán las cuidadoras principales y los hombres los ayudantes, que podrán ser reclamados por sus empresas para «trabajos urgentes e insustituibles» durante su permiso (ver estas trampas más abajo).
– COMPLETAMENTE INTRANSFERIBLE: Permiso individual, como todos los derechos y prestaciones sociales. Si el/la titular no lo usa, lo pierde, como cualquier otro de los permisos existentes para otras eventualidades. Los permisos transferibles (o «de libre distribución dentro de la pareja», como los llama Ciudadanos) son lo contrario de la libertad de elección que proclaman: las mujeres se ven obligadas a tomárselos y los hombres a no tomárselos (ejemplos: Suecia, Noruega, Islandia, Alemania, Francia, Portugal).
– CON LIBERTAD PARA PODER TURNARSE: Según el diseño de la PPIINA, cada persona progenitora sólo tiene que comunicar a su empresa y a la Seguridad social la fecha de nacimiento de la criatura (a partir de la cual tendrá su permiso parental inicial de 2 semanas) y en qué fechas, dentro del primer año, tomará las otras 14 semanas (permiso parental para la crianza), de forma continuada o fraccionada. Así se permite, aunque no se obliga a ello, que las parejas se organicen libremente para que los hombres puedan quedarse al cargo de su bebé en solitario durante el tiempo que acuerden (hasta 14 semanas). Este es un gran paso que amenaza con verse impedido mediante trampas diversas: una de ellas es obligar a que el permiso sea de disfrute ininterrumpido, de tal manera que los padres, si quieren tomarse los primeros días después del nacimiento, tengan que tomarse también el resto mientras la madre está de permiso (así sucede actualmente con las 5 semanas de paternidad, y así propone C’s que sea todo el permiso). Otra forma es obligar explícitamente a la simultaneidad (como en el caso de las primeras 6 semanas según la PL presentada por el PSOE). Hay más trampas «imaginativas» que se han introducido en otros países para ese mismo objetivo: que todo o casi todo el permiso que efectivamente se tomen los padres durante el primer año sea simultaneo con la madre (ejemplos: Portugal, Francia)
– TODO PAGADO AL 100%: La reproducción/natalidad es un bien social que no debe penalizar a nadie. Sin embargo, hay muchas trampas que pueden conducir a que la mayoría de las mujeres alarguen el tiempo de permiso reduciendo la remuneración. Esto puede pasar si no se incorpora a la Ley la actual incompatibilidad que establece el Reglamento de la Seguridad Social entre reducción de jornada y permiso a tiempo parcial (el PSOE se niega a ello, hasta ahora). Algunos países lo hacen compatible, de tal manera que llaman «tiempo parcial» a lo que es cuidado a tiempo completo con menos remuneración (ejemplo: Islandia). Otros establecen directamente la posibilidad de elegir ese alargamiento del tiempo a costa de reducir la remuneración (ej: Alemania, Austria). Otros países (ejemplos: Suecia, Reino Unido, Bélgica) establecen directamente menor remuneración para todo el permiso o para la última parte (a este respecto, nos preocupa que el PSOE proponga en su PL una nueva causa de suspensión de contrato «por cuidado de hijo/a menor de 12 meses»). ¡No permitamos que las mujeres sean presionadas, mediante el sistema de permisos, a quedarse sin su salario completo! Ya lo están bastante con las figuras actuales.
– DURANTE EL PRIMER AÑO: aunque en España no se ha propuesto aún, muchos países han recurrido al siguiente truco: a la vez que aumentan el permiso que se puede tomar el padre, alargan también el periodo en el que puede disfrutarse (ejemplos.: hasta los 12 años en Suecia y en Bélgica, hasta los 3 en Estonia, hasta los 18 en Reino Unido). Esto, unido al alargamiento del permiso de la madre hasta aproximadamente un año, lleva al modelo que queremos evitar: la madre se toma el primer año y el padre se toma su permiso a días sueltos a lo largo de varios años, una vez que la criatura está en la escuela infantil. Así el padre queda como papá colaborador para ciertas necesidades eventuales, pero no como corresponsable en los cuidados. Pero es durante el primer año, y no después, cuando se necesita que la criatura esté cuidada en casa a tiempo completo. Es en ese periodo en el que se establecen los roles de género en la pareja, y en el que la madre necesita también ser primero cuidada y después relevada para poder volver a su puesto de trabajo. Por ello, ¡mismo tiempo de permanencia en el cuidado y al cargo en solitario durante el primer año es crucial!
– CON LA MISMA PARTE OBLIGATORIA: sabemos que la inmensa mayoría de los hombres sí se toman el permiso cuando es intransferible y está pagado al 100% (como el actual de paternidad), sin necesidad de que sea obligatorio. Pero se puede proteger aún más su derecho, como se hace en el caso de las madres con sus actuales 6 semanas obligatorias. Por esa razón, la PPIINA propone 6 semanas obligatorias para cualquier persona progenitora, extendiendo la protección a todo el mundo y consiguiendo así un permiso indistinguible.
– REGULACIÓN SIMPLE: las trampas antes mencionadas, y otras, se cuelan mucho más fácilmente en legislaciones engorrosas con múltiples casos, prohibiciones, excepciones y variaciones, tanto en cuanto al tiempo de permiso como a la remuneración, al periodo en el cual puede disfrutarse, al disfrute a tiempo parcial, a la posibilidad de fraccionamiento, a la posibilidad de simultanear el permiso con la otra persona progenitora, etc. De esta manera, hasta el conocimiento de los derechos de cada persona queda reservado a “los especialistas”, siendo mucho más difícil planificar de antemano, evaluar los efectos y detectar modificaciones posteriores (ejemplos: Austria, Alemania, Estonia, Reino Unido). Un ejemplo de estas complicaciones, innecesarias, engañosas y antidemocráticas, es la propuesta de Ciudadanos y del PSOE de extender el número de semanas en caso de “uso igualitario”; un presunto incentivo que no funcionará, como no han funcionado cláusulas parecidas en otros países, cuando es la propia legislación la que induce a un uso diferente
por parte de la madre y del padre. ¡Un permiso igual, intransferible, pagado al 100% y sin trampas es el único modo de potenciar un uso igualitario!
Para que el permiso igualitario pueda ser una realidad y ante la tramitación de la proposición de ley que ahora se inicia en el Congreso, la PPIINA reclama:
– TRAMITACIÓN PÚBLICA Y TRANSPARENTE: la PPIINA advierte que es fundamental para la democracia una tramitación de la Proposición de Ley totalmente transparente. La ciudadanía debe saber cuáles son las posiciones y las responsabilidades de cada partido. Nos preocupa que, como sabemos por la tramitación de leyes similares en otros países, se introduzcan modificaciones perjudiciales para el uso igualitario de los permisos mediante negociaciones opacas que se aprueben automáticamente en la Comisión encargada del Congreso, sin un debate público en profundidad que nos permita conocer los planteamientos y explicaciones de cada grupo político. Por ello, reclamamos que todas las enmiendas se lleven al Pleno del Congreso, para que la ciudadanía pueda seguir en directo la discusión y conocer de primera mano las posturas de cada partido.
La PPIINA está a disposición de todos los grupos parlamentarios para explicarles los efectos previsibles de cada enmienda en base a la experiencia internacional y a la investigación social. Pedimos a todas las personas que están por la igualdad la máxima atención a este proceso. De él podemos salir como el primer país del mundo que establezca los permisos igualitarios o, por el contrario, con un sistema de permisos que consolide o agrave la actual desigualdad de uso que tan funestas consecuencias tiene para las mujeres, para las criaturas y para toda la sociedad.
¡Seguiremos informando y llamando a la movilización por la igualdad!